Cuento corto
basado en mi experiencia de unos cortos meses pasados en plena selva de
Colombia.
Jairo tenía
unos catorce años, acostumbrado a trabajar desde primeras horas de la mañana,
acostumbrado a la vida dura carente de toda comodidad, pero albergando al mismo
tiempo, ideales de progreso, de conocimiento, de conocimiento del mundo.
Siempre con
sus brillantes y negros ojos y su sonrisa perenne en sus labios.
Lectura
fácil
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